Ciberdelitos más comunes

En los últimos años, la ciberdelincuencia ha crecido exponencialmente a la par que la digitalización ha llegado a todos los aspectos de nuestras vidas. Desde fraudes en línea hasta el robo de datos personales, los ciberdelincuentes encuentran constantemente nuevas formas de aprovechar las vulnerabilidades en nuestros sistemas. 

¿Qué son los ciberdelitos?

Los ciberdelitos engloban todas las actividades delictivas que se cometen utilizando Internet o sistemas informáticos. Estos delitos buscan atentar contra la confidencialidad, integridad y disponibilidad de los sistemas, redes y datos. Además, incluyen el uso fraudulento de tecnologías digitales para obtener ganancias financieras, acceder a información personal o realizar actos ilegales, como la distribución de software malicioso o el ciberacoso.

Según el Informe de Cibercriminalidad en España de 2022, los delitos informáticos han aumentado un 22,7% en un solo año, registrándose más de 374.000 incidentes en todo el país. Este aumento muestra la importancia de estar alerta y proteger nuestros sistemas frente a los ciberdelincuentes.

Ciberdelitos más comunes en España

    España, como muchos otros países, ha experimentado un aumento significativo en los delitos informáticos, siendo algunos más prevalentes que otros. A continuación, repasamos los cuatro ciberdelitos más comunes en España:

    1. Estafas informáticas

    Las estafas informáticas, también conocidas como fraudes en línea, representan casi el 90% de los delitos cibernéticos en España. Este tipo de delito consiste en obtener información sensible o financiera mediante engaños y suplantación de identidad. Entre las formas más habituales de estafa informática encontramos:

    • Phishing: Los estafadores envían correos electrónicos fraudulentos que aparentan ser de instituciones financieras, tiendas online u organismos oficiales. El objetivo es engañar a la víctima para que proporcione sus credenciales de acceso, como contraseñas bancarias o números de tarjetas de crédito. Estos datos se utilizan para acceder a las cuentas de las víctimas y realizar transferencias de dinero no autorizadas.

      Ejemplo: Supongamos que recibes un correo de tu banco indicando que debes actualizar tus datos. Al hacer clic en el enlace proporcionado, llegas a una página muy similar a la oficial, pero que en realidad está diseñada por ciberdelincuentes para robar tus credenciales. Este método de fraude es extremadamente común.

    • Carding: Este delito implica la clonación o el robo de la información de tarjetas de crédito para realizar compras fraudulentas. Los ciberdelincuentes obtienen los datos de la tarjeta de crédito, a menudo mediante la instalación de malware en dispositivos de los usuarios o mediante phishing, y los utilizan para realizar compras sin el consentimiento del titular.

    • Fraudes en compras online: Aquí, los delincuentes crean tiendas falsas o productos que nunca serán entregados. Las víctimas realizan pagos pensando que están adquiriendo productos legítimos, pero nunca reciben lo comprado.

    Según el informe de cibercriminalidad, en 2022 se registraron 335.995 fraudes informáticos en España, consolidándose como el tipo de delito informático más frecuente.

    2. Daños informáticos y ataques con malware

    Los daños informáticos son delitos que implican la alteración, destrucción o eliminación de datos, así como la interrupción del funcionamiento de sistemas informáticos. Uno de los tipos más comunes de ataque en esta categoría es el uso de malware, que incluye programas maliciosos diseñados para infectar dispositivos y redes. Algunas variantes populares incluyen:

    • Virus: Programas que se replican y dañan los archivos de un sistema infectado.

    • Ransomware: Este tipo de malware cifra los datos de un sistema, bloqueando el acceso a los mismos y exigiendo un rescate para liberarlos. El ataque de WannaCry es uno de los ejemplos más conocidos de este tipo de delito, causando pérdidas multimillonarias en todo el mundo.

    • Spyware: Software que recopila información sobre un usuario sin su conocimiento. Este tipo de programa puede registrar las teclas pulsadas, acceder a historiales de navegación y robar información sensible como contraseñas.

    Los ataques de malware pueden tener graves consecuencias, tanto económicas como reputacionales. En 2022, se registraron más de 14.855 incidentes relacionados con malware en España, siendo uno de los principales tipos de delitos informáticos.

    3. Defraudaciones de telecomunicaciones

    Este tipo de delito implica el uso fraudulento de servicios de telecomunicaciones, como el robo de servicios de Internet. Un caso frecuente es el uso no autorizado de redes WiFi. Aunque a simple vista puede parecer una infracción menor, aprovecharse de la red WiFi de un vecino sin su consentimiento constituye un delito que puede acarrear sanciones económicas. Si el perjuicio económico supera los 400 euros, la persona responsable puede enfrentarse a una multa.

    4. Delitos contra la intimidad

    Los ciberdelincuentes también atacan la privacidad de los usuarios mediante el acceso no autorizado a información personal. Algunos ejemplos incluyen:

    • Revelación de secretos: Este delito ocurre cuando una persona accede a información privada o confidencial sin permiso del propietario. Por ejemplo, la instalación de software espía en dispositivos ajenos para recopilar datos sensibles.

    • Sexting no consentido y doxing: La distribución no autorizada de imágenes o vídeos íntimos de una persona también se incluye en esta categoría. Asimismo, el doxing consiste en revelar información personal de alguien sin su consentimiento con el fin de amenazar, acosar o extorsionar a la víctima.

    En España, estos delitos son castigados severamente, y en 2022 se contabilizaron más de 5.578 casos de acceso ilícito a sistemas informáticos.

    Si ya has sido víctima de un ciberdelito, en AUFERIL cuenta con abogados especializados en ciberdelincuencia y te asesoraremos sobre los pasos a tomar para mitigar los daños.