El 28 de enero se celebra el Día Internacional de la Protección de Datos. Esta jornada, creada en 2006 por el Comité de Ministros del Consejo de Europa, conmemora la apertura a la firma del Convenio 108, el primer tratado internacional vinculante sobre la protección de datos personales.
Origen y evolución del Día Internacional de la Protección de Datos
El Convenio 108, firmado en 1981, marcó un antes y un después en la protección de los datos personales al establecer normas vinculantes para la gestión y protección de los datos personales en todo el mundo. Este tratado fue adoptado no solo por países europeos, sino también por muchas otras naciones que comprendieron la importancia de regular el tratamiento automatizado de datos para proteger los derechos de los ciudadanos.
Con el paso de los años, el Convenio ha sido actualizado para afrontar los nuevos desafíos derivados del avance tecnológico, dando lugar al Convenio 108+, una versión modernizada que refuerza los derechos de los ciudadanos en un entorno cada vez más digitalizado.
Por otro lado, la aplicación del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) en 2018 consolidó el liderazgo de la Unión Europea en materia de protección de datos. Este reglamento estableció un marco normativo armonizado y de estrictas obligaciones para las empresas, sirviendo como modelo para otras jurisdicciones alrededor del mundo.
El desafío actual
En la economía digital actual, los datos personales son un activo extremadamente valioso, y el tratamiento de la información de los ciudadanos plantea grandes retos de privacidad y seguridad. El uso masivo de redes sociales, compras en línea, aplicaciones móviles y servicios en la nube ha hecho que los datos personales estén más expuestos que nunca a ciberataques y mal uso de la información.
El Día Internacional de la Protección de Datos se ha convertido en una jornada para reflexionar sobre estos riesgos y sensibilizar tanto a los ciudadanos como a las organizaciones sobre sus derechos y responsabilidades.
La importancia de los abogados especializados en protección de datos
El asesoramiento especializado de un abogado en protección de datos es clave para:
- Interpretar y aplicar correctamente la normativa vigente, tanto a nivel europeo (RGPD) como nacional (LOPDGDD).
- Realizar auditorías internas para verificar el cumplimiento de las medidas de protección de datos.
- Desarrollar políticas internas que integren la privacidad desde el diseño y por defecto.
- Llevar a cabo evaluaciones de impacto en la protección de datos (EIPD), especialmente en aquellos tratamientos que puedan suponer un riesgo elevado para los derechos de las personas.
- Formalizar contratos con encargados de tratamiento, asegurando que terceros con acceso a datos personales cumplan con las mismas obligaciones que la organización responsable.
- Gestionar incidentes de seguridad y brechas de datos, cumpliendo con las obligaciones de notificación a las autoridades y a los afectados.
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